Aqui pondré opiniones mias y chistes, para alegrar la visita que hagan al blog…procurando no ofender…y cualquier opinión será mas que bienvenida.

Archivo para la Categoría "historia"

Tenemos poderes

Carta de Dn Arnulfo Pérez H

Por fin, ya que encontré la carta…. la guardé y la extravié porque la guardé para no perderla, pero… sin querer queriendo la encontré una vez mas y decidí escanearla. Parecía papiro del mar muerto, y el sobre lo tuve que pegar con diurex/cello, para que no se acabara de romper… les dejo la carta. La escribió a poco de que se casara mi mamá y hace mención de mis tías, Emilia Castillo y María del Carmen Pérez H Castillo… saludos: GZ

Neil Young y The Monkees

neil-young-3Entre los llamados ‘super grupos’ del rock de los años 60, uno de los que fueron conocidos y admirados, fueron los Buffalo Springfield, quien entre sus miembros estaban Stephen Stills y Neil Young, quien catapultó su carrera gracias a este grupo.

Fue una banda reconocida en sus dos años de vida. Fundado por Stills y Young, tuvo entre sus miembros a Ritchie Furay y Bruce Palmer. Al separarse el grupo, Stephen Stills llega a reunirse con David Crosby (que salía de The Byrds) y Graham Nash (ex Hollies) mientras que Neil Young antes de llegar a lo que sería Crosby, Stills & Nash, pasa por los estudios Colgems y colabora en las sesiones del grupo en tres temas (bueno, 4, tomando en cuenta que en 1968 ya había puesto su guitarra en una canción que saldría en el LP de los Monkees de la película ‘Head’) publicándose solo 1 de estos temas en lo que sería el nuevo LP del grupo: Instant Replay y que es considerado uno de los temas mas menospreciados del rock pero con uno de los mejores riffs del rock de fines de los 60 (lástima que ni el grupo ni la disquera promocionaran este tema como disco sencillo). El tema: ‘You and I’. Esto fue un 18 de octubre de 1969.

peter-y-stephen-stillsLos 4 temas que contienen la guitarra de Young con los Monkees, y a días de haber salido de Buffalo Springfield, son: As we go along (publicado en 1968), You and I (publicado en 1969), y dos temas de estudio Smile y That’s what it’s like loving you (esta última nunca completada y que yo no conozco que ande circulando, por lo tanto, sigue sin publicarse 47 años después).

Por último, y para los que no lo sepan, Stephen Stills alguna vez soñó en ser parte de los Monkees y fue él quien recomendó a su amigo Peter Tork quien al final fue parte de este grupo. Tras la participación en las grabaciones, Neil Young se incorpora al grupo CS&N, quedando con su agrupación más conocida: Crosby, Stills, Nash & Young y el resto… es historia.

Muro do Classic Rock

Frases que entienden los mexicanos

Es muy cierto… pese a que en otros países, España incluido, hablan español (castellano), los mexicanos tenemos un modismo muy típico de nuestro país que hace que los demás hispanoparlantes (órale) nos vean con cara de what… y a veces ocurre lo mismo entre los mismos mexicanos. Aquí dejo unos 13 ejemplos (aunque creo que hay muchos mas). Saludos: GZ

Fuente: http://matadornetwork.com/es/13-frases-que-solo-los-mexicanos-entienden/

“¡Ya nos cayó el chahuiztle!”

El chahuiztle es una plaga que afecta a muchos cultivos de interés alimenticio. Cuando nos cae el chahuiztle queremos decir que nuestros problemas están a punto de empeorar, como quien dice “ya valió madre”. Algunas personas equivocan la frase y suelen decir “¡ya nos cargó el chahuiztle!”; afirmación evidentemente incorrecta, ya que el chahuiztle es un hongo y es bien sabido que los hongos no tienen brazos con los cuales cargarnos. Existen, sin embargo, otros personajes que si nos pueden cargar como el payaso, la tiznada, pifas, el coco y la chingada (esta es mención aparte….para otra ocasión).

“¡Le andas dando vuelo a la hilacha!”

¡Atáscate que hay lodo! Darse vuelo se refiere a esa saludable actitud de seguir hasta que el cuerpo aguante… y un poquito más. La hilacha (literalmente un pedazo de tela cualquiera) representa tu fuente de placer favorita o la que esté más a la mano en el momento que decides darle vuelo.

“¿Te doy un aventón al metro?”

Lejos del tono eutanásico que podría tener esta frase si se toma muy literal, lo único que está expresando es nuestro bondadoso deseo de acercarte a tu destino. No hay necesidad de entrar en pánico.

“Tu cuate el fresa me cae bien gordo”.

Quiere decir: Ese amigo tuyo es demasiado [cheto, popis, pijo, creído, cuico, pituco o cualquiera de sus equivalentes] y no simpatizo con él en lo absoluto.

“¡Ya, afloja!”

El significado de esta frase dependerá del contexto, los interlocutores y el objeto a aflojar. Pedirle a alguien que afloje el varo implica el cobro de alguna deuda; pedirle a un amigo que afloje alguna de sus pertenencias es una solicitud de préstamo; mientras que pedirle a alguien que te gusta que afloje, sin más especificaciones, siempre deberá interpretarse como una invitación a que afloje las nalgas, o sea, a disfrutar de un rato de sano esparcimiento. Ahora que si un desconocido con mala actitud te pide que aflojes… probablemente estás siendo víctima de un asalto.

“Amárrate esas pinches agujetas que te vas a dar un ranazo”.

Uno de esos cariñosos consejos que las madres mexicanas suelen dar a todo pulmón, es también una frase inescrutable para todo hispanohablante que no conozca al menos uno de los dos localismos involucrados. Las agujetas son los cordones de los zapatos y un ranazo es el típico madrazo que se meten los niños, por ejemplo, cuando no se amarran las agujetas.

“Fui a chacharear un rato”.

Quiere decir que alguien tiene demasiado tiempo libre y no tiene la menor idea de qué hacer con él. Chacharear es una forma de procrastinar que involucra ir a tu centro comercial, tianguis o mercado más cercano sin un objetivo específico y sin la mínima intención de comprar nada. Actividad muy socorrida cuando uno sale de vacaciones.

“Me quedé echando la hueva todo el día”.

Otro caso de alguien con demasiado tiempo libre, pero sin la iniciativa de (por lo menos) ir a chacharear. Alguien que admite estar echando la hueva está orgulloso de su condición de huevón y busca ser la envidia de todo aquel que no se pueda dar el mismo gusto.

“¡Sepa la bola!”

Frase por demás curiosa que sustituye a un simple no sé, pero que apela a una entidad abstracta (la bola en este caso) que se las sabe de todas todas. La bolade esta frase apela a los levantamientos populares en la época de la Revolución Mexicana, cuando dicha bola se la pasaba armando desmadre aprovechando el clima de inestabilidad social. Yo prefiero pensar en una bola mística omnisciente que alberga en su redondez todas las respuestas de la humanidad.

“Mi bici no es nueva pero da el gatazo”.

Uno de los pocos ejemplos en los que el sufijo azo no tiene valor aumentativo ni lleva un madrazo implícito. Dar el gatazo quiere decir guardar las apariencias. Cosas, personas, perros y gatos pueden aparentar ser algo distinto a lo que son y así dar el gatazo.

“Me hace lo que el viento a Juárez”.

Esta frase tiene todos los elementos necesarios para convertirse en un clásico: involucra fuerzas de la naturaleza, personajes históricos y aunque todos los mexicanos entienden su significado, nadie sabe a ciencia cierta de dónde viene. Aunque las teorías que justifican por qué a Benito Juárez el viento no le hizo nada, ninguna prevalece sobre las otras. Yo me quedo con la versión de que ni los vientos más huracanados tenían la capacidad de despeinar a Don Benito a consecuencia de algún menjurje que se embarraba en el pelo todas las mañanas. Ese peinadito no era obra de la casualidad, se los aseguro.

“¡Rífate por la banda!”

Expresión con connotaciones de juego de azar y fútbol que es muy utilizada entre amigos (la banda) para exigir a alguno de sus miembros que haga un esfuerzo extra (que se rife) en nombre del bien común o del bien del que habla. En este caso rifar cambia su acepción de sortear por la de arriesgarse… arriesgarse a pagarle la cuenta a tus amigos, a pasar por ellos, a acompañar a alguno a una reunión familiar aburridísima, etcétera, etcétera.

“Ahí nos vidrios”

O sea que aquí se rompió una taza… y ya saben lo que eso significa (cada quien para su casa)

Las enseñanzas del futbol

Ya que llegamos a la mitad del mundial de futbol celebrado en Brasil, les dejo esto que se me hizo interesante. Gracias a mi amigo el Dr. Pedro Perezgrovas, por el texto que me compartió. Saludos: GZ

 

Las enseñanzas del futbol

Esta época se caracteriza por los excesos, la desmesura, el instante convertido en razón, el tiempo pulverizado y una fragilidad colectiva que ahonda el drama de la condición humana ante la hidra de mil cabezas: la maquinaria del dinero y su violencia que parece imparable. El futbol no queda exento de todo ello y es un buen ejemplo del avasallamiento y el abuso del gran negocio. No obstante su esencia perdura, está ahí, como Holanda lo mostró en su primer partido ante España. Holanda, que ha sido desde décadas atrás, el campeón sin corona, futbolísticamente generoso disciplinado y creativo equipo, nos recuerda el alma de este deporte, de ese juego, del que rescato fragmentos, de una memoria, que se editaron durante el mundial de Alemania (edición del futbolista) y que hoy se reescriben y resisten:

Voy a intentar otra vez describir aquellos días cuando se trasmitieron por radio los juegos de nuestra selección nacional en el mundial de Inglaterra. Los partidos se narraron a la hora de clases. Yo llevé una radio portátil que no se oía con claridad, había mucha interferencia y eso más que incomodarnos era una muestra clara de la gran distancia que nos separaba de aquel país.

El hecho de que la selección de México jugara en el estadio de Wembley era para nosotros un triunfo. Lo que deseamos entonces era que no nos golearan. Perdimos frente a Inglaterra, creo que 2 a 0; pero después vimos las imágenes en la televisión y tres de ellas perduraron; la de Arón Padilla, el Gansito, haciendo su bicicleta por la banda izquierda; la de Borja rematando de forma inusual para los demás y común para él, y casi anotando; y la de la Tota Carbajal en la portería desviando con el píe lo que parecía un gol a boca de jarro (esa acción del Cinco Copas fue en el partido contra Uruguay; sus reflejos eran ya un bien nacional).

Las tres imágenes representan mucho del gusto por el futbol. Tal vez quedaron grabadas por la voz y elocuencia del locutor que las convirtió en verdaderas hazañas. Las palabras se perdieron pero fijaron las imágenes. Las palabras eran más importantes de lo que creíamos, por eso cuando se pierde el sonido de una trasmisión televisiva de un partido, tenemos la sensación extraña de que ese juego no existe.

Cuando aprendes el futbol de niño y en la calle, se puede después jugar en cualquier campo: de cemento, tierra o como son la mayoría, dizque de pasto. En la calle los cuerpos y los ánimos se curten. Las rodillas y los codos se cubren de costras, a veces las cicatrices se quedan para toda la vida, pero una buena desviada como portero o como defensa valieron la pena. En la calle se pierde el miedo y se convive sin distinciones. Sólo se necesita estar alerta del paso de los coches o de alguna patrulla especializada en quitar los balones.

Uno aprende futbol jugando con los de mayor edad en equipos combinados. Las diferencias de edades ayudan a crecer futbolísticamente. La calle es el primer territorio que se encuentra cuando uno sale de la casa familiar. El futbol nos ayudó a apropiarnos de ese espacio, a convertirlo en un territorio propio, con sus señas particulares. Hicimos la calle a la medida de nuestro juego. Trazábamos las bandas, el centro y los puntos de penalti. Las porterías eran dos ladrillos, que la mayoría de los coches evitaba aplastar, ya que reconocía que estaban transitando por un campo de futbol.

Jugar un partido de futbol es descubrir también que existen profundas desigualdades. Si un defensa comete un error garrafal se convierte en autogol, que en lenguaje religioso de estas tierras es semejante a cometer un pecado mortal. En cambio si un delantero falla un gol sólo se le amerita una ligera queja, es un pecado venial.

El que empezó a cambiar esta división de clases, sin romper las reglas del juego, es decir, sin hacer una revolución fue un defensa central alemán: Beckenbauer. Se le nombraba como un líbero, no sé de donde salió esa palabra que llevaba el eco de la libertad. En términos prácticos quería decir que su posición no lo obligaba a permanecer como defensa, sino que podía incluso sumarse a la delantera. La defensa se convirtió en algo más atractivo para muchos. Las imágenes de Beckenbauer durante el juego del mundial de futbol con su brazo entablillado, le dieron no sólo a él sino a la posición que jugaba un prestigio únicamente comparable al de los héroes mitológicos.

Ciertamente las imágenes de hoy lo muestran como un héroe caído, salpicado por el hediondo pantano de los negocios de la FIFA. Beckenbauer abandonó la tierra mágica de la cancha de futbol perdiendo así su fuerza.

Hay que sentir la cancha, sus propias cualidades; una de las mejores se encontraba en Tlalpan en la ciudad de México. Nada más de ver esa alfombra verde te daban ganas de jugar, no podías caminar en sus márgenes sin meterte unos minutos a patear un balón. Su pasto era como un imán. Si hubiera sido por nosotros, hoy sería patrimonio de la humanidad.

La plusvalía de los terrenos y las dificultades económicas de la escuela terminaron con ella; ahora es el estacionamiento de una compañía de seguros. Por lo menos cuarenta años se perdieron bajo el asfalto, al menos desde nuestra perspectiva de amantes del futbol; de quienes reconocemos el valor de un campo bien cuidado. Nunca he entendido por qué los que crecemos en un lugar que sabemos respetar y le tenemos afecto, un día sin poder decir nada lo perdemos, porque otros a los que no conocemos llegan con dinero, lo compran y deciden construir cualquier otra cosa. Así perdimos ese campo de futbol; así muchos pierden lugares importantes de sus vidas.

El fuera de lugar es una de las reglas básicas del futbol. No se le puede modificar, si se hiciere, el juego se desequilibraría. El fuera de lugar permite sostener la estructura de un partido, es una de sus líneas de tensión que obligan a reconocer sus límites, sin los cuales se perdería el sentido de muchas cosas. Sin el fuera de lugar la dinámica del juego se rompería y el campo de futbol se vería desbordado, se perderían espacios y distancias que son necesarios para reconocer y reconocerse.

Los delanteros saben que el fuera de lugar es un referente vital para ubicarse en un terreno de juego para moverse. Los defensas conocen su importancia y lo usan para debilitar a sus atacantes, para enseñarles cómo, sin darse cuenta, pueden caer en un territorio de nadie, vacío, donde ya no pueden seguir jugando. El fuera de lugar nos muestra la versatilidad del espacio y cómo lo que nos separa de la meta es una línea movible y frágil pero decisiva. Evitar o provocar el fuera de lugar requiere de un trabajo en equipo que siempre evoca tensión, una tensión necesaria para sostener los equilibrios.

Pelé la baja y le hace un sombrerito al defensa para disparar de volea. La araña negra Yashin vuela y desvía el tiro a gol; así jugábamos narrando nuestros propios partidos en la oscuridad de la calle, alumbrada apenas por los postes de luz.

Usábamos los nombres de Garrincha, Didí, Cubillas, Bobby Charlton; nos apropiábamos de ellos para hacer que nuestras jugadas fueran las de un campeonato mundial. Éramos a la vez jugadores famosos y locutores que transmitían esas cascaritas en el asfalto. Y gritábamos, gritábamos con fuerza los goles al paso de los coches mientras se encendían las luces de las casas.

¿Se rompieron vidrios? Sí, muchos, pero nunca nos rendimos, aunque nos confiscaran el balón. El futbol era nuestro oxígeno, nuestra libertad.

¿Quién inventó la chilena y quién la nombró así? Practicábamos mucho, pero era necesario un pedacito de pasto. Alguien aventaba la pelota con sus manos y uno se levantaba de espalda a la portería moviendo con rapidez las piernas. Lo más sorprendente de todo era darse cuenta que cuando se le pegaba a la pelota la caída sobre el suelo era algo natural, sin problemas, pero cuando no se le atinaba uno se daba un doloroso costalazo; era el fin de la magia del balón, del esférico: con sólo tocarlo el mundo era diferente. El balón guardaba una certeza que no se encontraba en ningún otro lado, ni en la familia, ni en la escuela.

Hubo una época que estuvo de moda y después casi se olvidó. Me refiero al gol olímpico. Era un tiro de esquina (chanfleado) que terminaba incrustándose en la portería. Durante una época todos lo intentábamos y tal vez menos del 5% lo lograba. En el fondo creo que el gol olímpico además de expresar talento de quién lo ejecutaba también no podía ocultar las fallas del portero y sus defensas. El gol olímpico necesitaba del error de los defensores, era su condición y debilidad estructural.

La palabra gol se escribe de una forma y se pronuncia de otra. Es la palabra mas importante, se asemeja a la lotería, pero cuando se dice y escucha, la “o” se alarga intemporalmente gooool, lo que se busca es que ese hecho en ese instante, le arranque a la eternidad un pedacito de su permanencia, de su infinitud. Se grita gooool con los brazos extendidos hacia lo alto, es decir se pronuncia desde el corazón e incluso se baila saltando.

El gol no se susurra; aunque a veces se presiente, el gol siempre se grita, esa es su frecuencia. El futbol encuentra su clímax en el grito, por eso tiene algo tan antiguo que pertenece al orden de los instintos domados y convertidos en la alquimia de estrategias.

¿Cómo tirar un penalti? No hay una sola respuesta pero es importante no dudar hay que tener confianza de hacerlo, no preocuparse por el portero, ignorar sus movimientos, recordar que es él quien está contra la pared. Lo más importante es dominar el movimiento de la cadera, el dorso y los pies. Saber girar el pie con rapidez, si se prefiere usar la finta y el toque bien colocado cercano a los postes. Distinto es el preferir la potencia, la velocidad.

Cuando se es portero y se espera un tiro penalti se debe fijar la vista solo en el esférico y tener preparado el resorte en las piernas; no se debe fijar en los movimientos del jugador que lo va a tirar. Se tiene que ser paciente. Un portero durante un penalti debe aprovechar la ventaja de saber que no tiene nada que perder y en cambio todo por ganar, y debe hacerle sentir eso al tirador, que se encuentra en la condición opuesta al no tener una alternativa más que meter el gol. Si falla comete un grave error. Si el portero no para el tiro de penalti, nada sucede, si lo detiene es un acto excepcional. Es de alguna manera un duelo desigual, y tanto el tirador como el portero deben sacar cada uno provecho de esa desigualdad, entendiéndola, asumiéndola y mostrando en unos cuantos segundos sus máximas capacidades.

A veces ambos descubren en un instante que también existen los postes y el travesaño, no la suerte. Los centímetros cuentan entonces, y en muchas otras ocasiones, los centímetros pueden definir un partido. Lo que importa en el fondo es la precisión. Ser preciso ahorra energía y pesares innecesarios. Es otra manera de relacionarse con el tiempo y fluir mejor con él.

Durante varios años en la casa de nuestro buen amigo Felipe jugamos cada sábado. Su jardín se convirtió en una cancha de futbol rápido, antes de que esta modalidad se hiciera popular.

Lloviera o no, esos partidos los disfrutábamos como pocas cosas en el planeta, así de exagerados éramos: el jardín era el campo de un estadio, el cuñado de Felipe –que jugó con las reservas del América-, era el mismo Arlindo y nuestros juegos de cada sábado eran siempre la final de la copa del mundo. Nunca se puede separar la imaginación de la realidad, si lo hacemos, se pierde eso que los filósofos llamaban –y hoy lo siguen haciendo aunque en voz muy baja-: lo humano.

Imaginación y realidad tampoco se pueden confundir, van entrelazadas. La imaginación es el combustible y la realidad es aquella famosa frase de tener siempre los pies en la tierra sin dejar de volar para hacer un “gol de palomita” o desviar un tiro con un “paradón”.

Abuelismos mexicanos

Les dejo esto que me compartió un buen amigo mío desde México. Suena a broma pero muchas de esas expresiones sí que las sigo usando porque las decían mis abuelos… no todas, pero si la mayoría. Igual pasó con mi esposa, cuya abuelita y madre siguen usando algunas de estas expresiones. Espero les gusten…saludos: GZ

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¿Recuerdas lo que decían nuestros abuelos y papás?

Frases y expresiones que se olvidan

“Desconchinflado”, “pipirín”, “muina”, “patatús”, “tirria”, entre otras, son voces, expresiones y locuciones mexicanas utilizadas por nuestros abuelos que poco a poco se han ido olvidando y desvaneciendo en el tiempo. Esa gala retórica e ingeniosa, de humor pícaro está en extinción.

Los abuelismos que formaron parte del colorido lenguaje mexicano de nuestros viejitos, palabras y frases que escuchamos alguna vez en las reuniones familiares o jugando en el barrio antes de la llegada de los videojuegos, el internet y la televisión de paga se extinguen.

  • Achichincle. Acompañante incondicional, también es un ayudante y adulador.
  • Achicopalarse. Depresión, agobio, aflicción temporal.
  • Argüende. Murmuración falsa, chisme, intriga.
  • Borlote. Escándalo, gritería, desorden, tumulto.
  • Chochear. Dar el viejazo, comenzar con las conductas seniles.
  • Común. Forma de nombrar al excusado, retrete o WC.
  • Cotorrear. Plática bastante animada entre amigos.
  • Chilpayate. Expresión equivalente a niño, chamaco, morrito.
  • De pipiripao. Equivalente a mediocre.
  • Desconchinflada. Artefacto descompuesto, que ya ni dándole un golpe funciona.
  • Desguanzada. Que ya dio lo que tenía que dar, que todo está agotado.
  • El pipirín. Manera de nombrar a la comida, la hora de llenar la muela.
  • Endilgar. Atribuirle algo desagradable a alguien.
  • En un de repente. Un imprevisto, algo inesperado, una sorpresa total.
  • Enyerbado. Brujería con hierbas para atrapar al novio, esposo o amante.
  • Gonzalitos” de oficina… Responsable y humilde empleado de gobierno que asume sus obligaciones oficinistas con alegría. Es el abuelo del actual “Godínez”.
  • Gorrón. Sinvergüenza que nunca paga sus cuentas o coopera para la causa.
  • Grangear. Hacer méritos para ganarse la voluntad de otros.
  • Guateque. Fiesta donde se come, bebe y baila alegremente.
  • Hacer de tripas corazón. Esfuerzo grande, aguantar, seguir de pie y resistiendo.
  • Itacate. Provisión de comida para el largo camino y que es parte de los alimentos de la fiesta, la reunión, la pachanga.
  • Mal paso. No resistir a la tentación de la carne prenuncialmente.
  • Me sabe la boca a centavo. Coraje o mal rato que deja una marca desagradable.
  • Mitote. Fiesta casera, la palabra proviene del náhuatl mitotl, una danza practicada por los aztecas en la que los participantes se adornaban vistosamente.
  • Muina. Rabieta, un enfado, un enojo.
  • Ni fu ni fa. Indecisión plena, ambigüedad pura, también utilizada para expresar falta de importancia.
  • Ni yendo a bailar a Chalma. Carencia de toda esperanza para remediar algún mal, es decir, ya valió. Y es que al pueblo ubicado en el estado de México peregrinaban los indígenas para bailarle a Tezcatlipoca –también conocido como Oztetotl o Dios de la Cueva- y obtener favores de él.
  • No sé por qué diantres. Frase para suavizar un enojo o una maldición invocando al diablo, pero que lo sustituye utilizando el eufemismo diantres.
  • Quién quita y… Posibilidad, probabilidad de que suceda, casi casi un volado.
  • Patatús. Enfermedad emocional y psicosomática empleada para el chantaje, era la palabra de la premonición al mareo y el desmayo por un acto aventurero ajeno.
  • Prángana. El sin dinero, sin oficio y sin beneficio, holgazán pues.
  • Sanseacabó. Expresión enfática que da por terminado un asunto.
  • Santas Pascuas. Expresión mínima para poner punto final y sin pleitos a un problema.
  • Soponcio. Mareo de las abuelitas y mamás preocuponas.
  • Sulfurarse. Exaltarse, cuando la sangre sube a la cabeza.
  • Tate sosiego. Llamado a permanecer quieto.
  • Tilico. Flacucho, casi esquelético.
  • Tirria. Mala voluntad hacia alguien, tirándole al odio.
  • Traqueteo. Muchas veces el mismo camino y se notan las marcas del tiempo andado.
  • Vaquetón. Palabra para señalar al “ni-ni” del siglo pasado.
  • Zangolotearse. Moverse de manera continua y violenta.

ABUR….. ABACHO, BECHO. (Aunque correctamente, es «agur» que es adiós en vasco…y hay expresiones que son derivadas del castellano y que se siguen usando en España, como por ejemplo el «Ni fu ni fa», a quien el cantante «Peret» hizo un tema a principio de los años 70)

La realidad de La Corona

Ya empiezan los ‘memes’ ante la noticia de la abdicación al trono por parte del Rey Juan Carlos I de España en favor de su hijo Felipe (‘VI’)….este lo comparto porque está chistoso… espero les guste… GZ

la realidad de la corona

Frase muy actual

ayn rand 1950El 2 de febrero de 1905 nació en San Petersburgo la filósofa y escritora estadounidense (nacida rusa) Alissa Zinovievna Rosenbaum, más conocida en el mundo de las letras bajo el seudónimo de Ayn Rand, y fallecida en marzo de 1982 en New York.

Nunca más oportunas las palabras de la autora:

Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada”. Ayn Rand (1950)

10 curiosidades

Interesante estas diez curiosidades….saludos y buen fin de semana: GZ

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Diez curiosidades del mundo que jamás habrías imaginado.

  • Por qué ponemos los codos en la mesa y otras costumbres actuales e históricas pueden dejarte con la boca abierta

La gran diversidad cultural que ha existido en el planeta a lo largo de la historia da pie a la existencia de cientos de costumbres que pueden resultar un tanto extrañas a los ojos de un occidental del siglo XXI. En el blog «¿Qué quieres?» han recopilado una decena de estos insólitos datos y prácticas que pueden dejarnos con la boca abierta:

1.-A la cárcel por copiar

En 1992, el Gobierno de Bangladesh aprobó una ley que permite encarcelar a los niños mayores de 15 que hagan trampa en sus exámenes finales. La norma incluye una campaña anual en los medios de comunicación para advertir a los estudiantes de la existencia de este tipo de sanción.

2.-Sangre afrodisíaca

Durante la Edad Media y el Renacimiento en Europa se creía que lasangre procedente de la menstruación de las mujeres tenía propiedades afrodisíacas, por lo que se añadía en comidas y bebidas, tal y como se recoge en algunos textos del siglo XIII. Agripa de Nettesheim, médico y cabalista alemán que fue historiógrafo de Carlos I de España, recopiló en su libro «De occulta philosophia» las numerosas y contradictorias propiedades de la sangre menstrual, desde su capacidad de agriar productos nuevos, volver rabiosos a los perros o curar la epilepsia, hasta sus virtudes afrodisíacas.

3.-El significado del «bindi»

Tradicionalmente este punto rojo pintado en la frente de las mujeres hindúes indica que su portadora está casada. Antiguamente el novio lo dibujaba con su propia sangre como símbolo del compromiso adquirido en el matrimonio. En la actualidad se ha convertido en un elemento decorativo, aunque este color sigue estando reservado para las casadas

4.-El origen de los brindis

Uno de los posibles orígenes de la costumbre de entrechocar las copas se remonta a la antigua Roma, cuando una de las formas más usuales de matar a los enemigos era envenenar su bebida. Para probar que lo que se iba a tomar era inocuo, era costumbre entrechocar vigorosamente las copas, de forma que parte del contenido de una pasara a la otra, por lo que ambas personas beberían lo mismo. Cuando el envenenamiento cayó en desuso, el chocar las copas quedó como recuerdo de ese ritual.

5.-De dónde viene el saludo militar

Una de las teorías más aceptadas señala que cuando los señores feudales se saludaban entre ellos, levantaban la visera de sus yelmos para mostrar sus caras. Cuando las armaduras dejaron de usarse, los hombres se saludaban levantando levemente sus sombreros, costumbre que los militares simplificaron a un simple toque del ala del mismo, lo que probablemente derivó en el actual saludo militar.

Si quieres conocer cómo reconocían en Roma el estatus social de una persona por su forma de comer, por qué los botones se colocan a la izquierda en la ropa de mujer o el origen de la costumbre de no poner los codos sobre la mesa, te emplazamos a consultar la entrada original en el blog «¿Qué quieres?».

Fuente: http://www.abc.es/tecnologia/redes/20130308/abci-diez-curiosidades-mundo-costumbres-201303080950.html

Nota: Aquí les dejo la entrada a la que se refiere el texto arriba indicado:

Curiosidades y orígenes de algunas costumbres

1. En Bangladesh, los niños mayores de 15 años pueden ser encarcelados por hacer trampa en sus exámenes finales.

2. En Alemania del siglo XVIII, la sangre menstrual de las mujeres se añadía como afrodisíaco en comidas y bebidas.

3. Más del 50% de la población en el planeta nunca ha hecho ni recibido una llamada telefónica.

4. En Italia es ilegal construir ataúdes de cualquier otra cosa que no sea madera o cáscara de nuez.

5. Un punto rojo en la frente de una mujer hindú significa que se trata de una mujer casada. El marido lo dibujaba en la antigüedad con su propia sangre. Hoy en día, las adolescentes suelen llevarlo pero de diversos colores. El rojo es un color reservado para las casadas.

6. Hubo un tiempo en que se trataba de matar a un supuesto enemigo ofreciéndole una bebida envenenada, por eso, para probarle a un invitado que su bebida era inocua, se hizo costumbre que el anfitrión permitiera que su invitado vertiera un poco de su bebida en la copa, luego ambos bebían simultáneamente. Cuando el invitado deseaba mostrarle su confianza al anfitrión, no vertía el liquido sino que solo tocaba su copa con la del otro. El chocar las copas antes de un brindis es lo que ha quedado de ese ritual.

7. En la Antigua Roma los plebeyos comían con las manos empleando para ello todos los dedos. Para distinguir a las personas de mayor estatus social sólo bastaba fijarse en la cantidad de dedos que utilizaba para comer: si comía con tres era de buena familia, ya que significaba que no se quería manchar nunca el anular ni meñique.

8. En tiempo de los caballeros de armadura, se saludaban entre ellos levantando la visera de su casco para mostrar su cara. Cuando los yelmos dejaron de usarse, los hombres para saludarse alzaban sus sombreros. Con el tiempo los militares abreviaron esta costumbre a un simple toque en el ala del sombrero, lo que los llevo hasta el saludo que emplean

9. Cuando los botones en la ropa aparecieron por primera vez eran sumamente caros, y por esa razón eran usados principalmente por la gente de la clase alta. Las mujeres de dicha clase, generalmente eran vestidas por sus doncellas, por eso las modistas pusieron los botones a la derecha de la doncella para facilitarles la tarea. Por eso los botones de las mujeres están al contrario que el de los hombres.

10. En los viejos tiempos, generalmente se sentaban más personas juntas en las mesas para comer, y muchas veces los codos se interponían entre los platos de los otros comensales, por eso una regla de etiqueta era no poner los codos sobre la mesa.

Leer mas ► Curiosidades del mundo que jamás hubieras imaginado en www.quequieres.es

Sobre la Decena Trágica

Les dejo esto sobre un capítulo interesante de la historia de México, en la etapa de la Revolución Mexicana. Saludos: GZ Pd: Les dejo este enlace a un blog dedicado al centenario de este evento: http://decenan22.blogspot.com.es/ de donde tomé dos fotos aquí presentadas.

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La Decena Trágica: hábitos historiográficos

Carlos Bravo Regidor

El centenario de la Decena Trágica nos ha devuelto a uno de los momentos más dramáticos de la historia patria. Pero, como bien lo apuntó en éstas mismas páginas Rafael Rojas, lo ha hecho a partir de un interesante cambio de perspectiva:

“Antes que responder por qué cayó Madero, hay que saber cómo cayó”. Y es que, efectivamente, en éstos días buena parte del esfuerzo por conmemorar dicho episodio ha consistido menos en explicar nuevamente las causas que en reconstruir más minuciosamente los hechos.

Sin embargo, en contraste con ese renovado empeño narrativo, la conmemoración de los 100 años de la Decena Trágica ha reproducido dos viejos (malos) hábitos muy característicos de la historiografía mexicana: una enorme dificultad para pensar la historia de México en términos comparativos y una infantil manía de escatimarle a los villanos interés suficiente como para considerarlos dignos de biografiar. Me explico.

Decena_trágica_1- Primero. Comúnmente historiamos el experimento maderista (1911-1913) como una de las primeras etapas de la secuencia denominada “Revolución Mexicana”, que comienza en el Porfiriato tardío ( 1908) y termina ya sea con la promulgación de la Constitución de 1917, con el ascenso al poder de los sonorenses ( 1920-1928), con la fundación del Partido Nacional Revolucionario (1929) o con la expropiación petrolera (1938) −bien decía François Furet que es más fácil señalar el inicio que el final de una revolución. Ocurre, no obstante, que también podríamos historiar el experimento maderista como un caso inscrito dentro del ciclo de las llamadas “revoluciones democráticas” de principios del siglo XX, que comprende a Rusia (1905-1907), Portugal (1910-1926), China (1911-1913), Irán (1905-1911) y el Imperio Otomano (1908-1909) −es decir, como parte de un fenómeno internacional en el que regímenes democráticos de ímpetu modernizador no lograron consolidarse en el poder y fueron reemplazados o derrocados por otros de tendencia conservadora o incluso reaccionaria. Historias conforme al primer modelo hay decenas; historias conforme al segundo hay, que yo sepa, apenas una (Charles Kurzman, Democracy Denied, 1905-1915: Intellectuals and the Fate of Democracy, Cambridge, Harvard University Press, 2008).

Decena_trágica_3- Segundo. Es normal que en las historiografías nacionales prevalezcan las biografías de los próceres. Pero no es normal que a éstas alturas la historiografía mexicana no cuente con una buena biografía del más odioso de nuestros anti-héroes: Victoriano Huerta. ¿O es que el hecho de resultarnos aborrecible le resta trascendencia histórica al personaje? ¿Acaso no dice nada de la historia de México su biografía? ¿Otras historiografías no han sacado provecho de estudiar a traidores como, por ejemplo, Benedict Arnold, Philippe Pétain o Augusto Pinochet?

En suma, la conmemoración del centenario de la Decena Trágica ha puesto al descubierto que en nuestra manera de pensar la historia todavía imperan dos prejuicios que ya sería hora de superar: que como México no hay dos y que a los villanos no hace falta conocerlos (que no es lo mismo, por cierto, que reivindicarlos).

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