Aqui pondré opiniones mias y chistes, para alegrar la visita que hagan al blog…procurando no ofender…y cualquier opinión será mas que bienvenida.

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Día internacional del gato

Vino y se fue

¡Una escena y fotografía de lo más raro y bizarro!
Mientras un par de moscas disfrutaban de un agradable día con apareamiento, alguien miró a corta distancia, era una araña saltarina la cual no perdió la oportunidad de unirse al acto. Pero en este caso de llevarse un bocado!

Las arañas de la familia Salticidae son pequeñas cazadoras que acechan a sus presas, tienen buen salto y velocidad; y luego se lanzan al ataque, tal como lo haría un gran felino. Pobre mosca, ¡se vino y se fue!
📷 Fotógrafo Anónimo.

El último vagón

Cada año los papás de Martín
lo llevaban con su abuela
para pasar las vacaciones de verano,
y ellos regresaban a su casa en el mismo tren al día siguiente.

Un día el niño les dijo a sus papás:
«Ya estoy grande ¿puedo irme solo a la casa de mi abuela?».
Después de una breve discusión
los papás aceptaron. Están parados esperando la salida del tren,
se despiden de su hijo dándole
algunos consejos por la ventana,
mientras Martín les repetía: «¡Lo sé!
Me lo han dicho más de mil veces».
El tren está a punto de salir y su papá le murmuró a los oídos:
«Hijo, si te sientes mal o inseguro,
¡eso es para ti!». Y le puso algo en su bolsillo.

Ahora Martín está solo, sentado en el tren tal como quería, sin sus papás por primera vez. Admira el paisaje por la ventana, a su alrededor unos desconocidos se empujan, hacen mucho ruido,
entran y salen del vagón. El supervisor le hace algunos comentarios sobre el hecho de estar solo. Una persona lo miró con ojos de tristeza. Martín ahora se siente mal, cada minuto que pasa. Y ahora tiene miedo.
Agacha su cabeza…se siente arrinconado y solo, con lágrimas en los ojos. Entonces recuerda que su papá le puso algo en su bolsillo,
temblando, busca lo que le puso su padre.
Al encontrar el pedazo de papel lo leyó, en él está escrito:»¡Hijo, estoy en el último vagón!».

Así es la vida, debemos dejar ir a nuestros hijos, debemos confiar en ellos. Pero siempre tenemos que estar en el último vagón, vigilando,
por si tienen miedo o por si encuentran obstáculos y no saben qué hacer.
Tenemos que estar cerca de ellos
mientras sigamos vivos, el hijo siempre necesitará a sus papás.
Por siempre en el último vagón ❤
Linda historia. La compartimos. Autoría a quien deba de ser, porque circulaba por otros medios y red social… Disfruten en texto

La risa, remedio infalible

Hace tiempo que no me reía tanto..🤣😂🤣😂🤣😂

Un señor se fue de viaje y sabiendo que su novia necesitaba unos lentes, entró en una óptica para ver si encontraba unos bonitos y baratos.

Después de ver unos cuantos, se decidió por unos y se los compró. La empleada se los envolvió, pagó la cuenta pero, al marcharse, en lugar de llevarse el paquete con los lentes, agarró otro muy parecido que había al lado.

El paquete contenía unos calzones que una clienta de la óptica acababa de comprarse en otra tienda.

El señor no se dio cuenta de la equivocación, se fue directamente a la oficina de correos y le envió el paquete a su novia, junto con una carta.

La novia al recibirlo se quedó extrañadísima con el contenido así que abrió la carta y leyó.

Querida Marta:

Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo usando los mismos y éstos son cosas que se deben cambiar de vez en cuando.

Espero haber acertado con el modelo. La encargada de la tienda me dijo que era la última moda, de hecho me enseñó los suyos y eran iguales.

Yo, para comprobar si eran ligeros, me los probé allí mismo. No sabes como se rió la muchacha, porque esos modelos femeninos en los hombres se ven comiquísimos, y más a mí, que sabes que tengo unos rasgos muy prominentes.

Una chica que había allí me ayudó también a decidir. Me los pidió, se quitó los suyos y se los puso para que yo pudiera ver el efecto.

A esta chica le lucían menos que a la empleada de la tienda, porque el pelo se los tapaba un poco por los lados, pero aún así, me pareció que le favorecían muchísimo.

Finalmente me decidí y te los compré. Póntelos y se los enseñas a tus padres, hermanos y, en fin, a todo el mundo, a ver qué dicen.

Ah, y ojalá no te queden muy grandes, no sea que se te caigan cuando vayas caminando.

Para que te sean útiles y resulten más bonitos, me han aconsejado que los limpies muy a menudo.

Llévalos con cuidado y, sobre todo, no vayas a dejarlos por ahí y los pierdas, tú tienes la costumbre de quitártelos en cualquier parte.

En fin, para que te voy a decir más… Estoy deseando vértelos puestos, porque se que te van a quedar mucho mejor que los que le vi a tu hermana. 🤣🤣🤣🙈🙈

Cuento corto

Lo ví en internet, y me gustó. Lo comparto…

Un niño de unos 5 años que ha perdido a su madre entre la muchedumbre de una feria se acerca a un policía y le pregunta: No ha visto usted a una señora que anda sin un niño como yo? -Los cinco cuentos cortos más bellos del mundo por Gabriel García Márquez-

Empieza la cuenta atrás

No hay texto alternativo automático disponible.

Pd: Gracias a mi buen amigo Chava Moreno por la foto…

Felíz día de Acción de gracias

A todas mis amistades y familiares que celebran este día… muchas felicidades y buen provecho

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Señales de que aprendiste a comer en México

Les dejo este otro…. también muchos hemos pasado por alguna de estas señales. Hagan memoria… si hay mas, incrementamos esta entrada. Saludos: GZ

Tienes muy claro lo que implica “con todo” en una variedad de situaciones: Un elote o un esquite con todo lleva limón, mayonesa, sal, queso y chile; Un taco al pastor con todo lleva cilantro, cebolla y piña; Una torta con todo lleva aguacate, jitomate, cebolla, frijoles, mayonesa y rajas; Un pozole con todo lleva orégano, rábanos, cebolla y lechuga: Un pambazo con todo lleva crema, queso, lechuga y salsa; Un chicharrón preparado con todo lleva lechuga, cueritos de cerdo, crema, salsa Valentina, queso rallado, aguacate, jitomate y lo que el señor del puesto vaya improvisando.

Ante la duda, siempre es bueno preguntar: ¿Qué es con todo?

Sabes que las tortillas van en el centro de la mesa… Y nunca de los nuncas deben quedar descubiertas. El dispositivo contenedor de tortillas o tortillero puede ser desde un aditamento específico de Tupperware, hasta un trapo de cocina -que al ser usado de esta forma cambia su denominación a “servilleta”- o el típico papelito de estraza con el que te envuelven tu kilo en la tortillería por cincuenta centavos.

Y sabes que pueden ser un perfecto sustituto para tenedor, cuchara y cuchillo. Tal vez no lo hagas… en público, pero sabes perfectamente el protocolo para limpiar un plato utilizando solamente una tortilla.

Pero sabes que hay alimentos para los que la tortilla está vetada. ¿A qué loco se le ocurriría comer un plato de pozole acompañado con tortillas? Para eso existen las tostadas. ¿Será porque todas las tortillerías están cerradas el 16 de septiembre?

 Tienes una relación de amor-odio con la sopa aguada. Pese a la variedad mundial de sopas, tu imagen mental de este platillo es un plato de sopa aguada, que fue tu principal fuente de sustento durante la infancia. Un plato de sopa de letras te remonta a esas bonitas épocas… cuando siempre te regañaban por no acabarte la sopa.

Si tu salsa favorita está presente, la vas a usar… No importa que lo que estés comiendo sea el equivalente culinario a las llamas del infierno, no te puedes resistir a ponerle un poquito más de salsa, nada más para darle sabor.

Y si se te pasa la mano… Siempre puedes amortiguar lo picoso echándole crema o frijoles, un par de elementos siempre presentes en toda mesa mexicana que se respete. Cuidado: los frijoles también pueden estar picosos.

Y hablando de elementos siempre presentes… Nunca pueden faltar los limones en la mesa. Si no se encuentran ahí, seguramente están en el cajón de hasta abajo del refri, junto a los jitomates, las cebollas y las ramas viejas de cilantro.

Alguna vez manchaste tu prenda favorita de mole… Y nunca se le quitó.

Sabes que hay algo entre las sal y la suerte… Que si ya la tiraste, que si no hay que pasarla de mano en mano, que si crees o no crees que esto pueda ser la fuente de todas tus desgracias. No importan tus creencias y costumbres, sabes que en una mesa con suficientes mexicanos, alguien te va a ver feo si insistes en darle la sal en la mano.

Una de cada dos frutas que consumes está bañada en chile. Son contados los mexicanos en este mundo que se comerían una naranja partida por la mitad así, solita, si junto a ella hay un bote de Tajín.

No entiendes cómo se las arregla la gente de otros países sin queso Oaxaca… Ni por qué las quesadillas no son un fenómeno universal. Claro que puedes sustituir el queso Oaxaca por algún otro tipo de queso… ¡pero nunca va a ser lo mismo!

Y hablando de quesadillas… Sabes que una quesadilla nunca estará cumpliendo el 100% de su potencial sin su obligada rama de epazote.

Mucho menos entiendes que pueda haber gente que jamás haya comido un taco. Poco comprendido y subestimado fuera de México, el taco es un elemento neurálgico en la dieta de todos los mexicanos. Desde el taco con sal que te daban en la tortillería cuando eras niño, hasta los exóticos tacos de guisado de Doña Maru con los que sobreviviste durante la universidad. La variedad es interminable, ya que cualquier comida que puedas poner en una tortilla adquiere automáticamente la categoría de taco.

Y por más lleno que termines, siempre guardas espacio para un cafecito. Y si es de olla… ¡qué mejor!

Fuente: http://matadornetwork.com/es/15-senales-de-que-aprendiste-a-comer-a-la-mexicana/

Señales de que creciste en México

Espero les guste esto…pues hay algunos que sí se hacen mas o menos común, los que venimos de nuestro México lindo y querido. 

1. Estás altamente entrenado en el levantamiento y maniobra de garrafones…. Hay gente en otros países a la que le basta poner un vasito bajo la llave de la cocina para satisfacer su sed, pero ya les tocará sufrir si alguna vez tienen que manipular una botella de veinte litros que pesa más que un costal de papas. Y eso que estamos en la época del plástico ultraligero… en los buenos tiempos eran de cristal y esos sí pesaban como maldición.

2. Podrás estar contra todo Dios y gobierno…  pero te cuadras ante la máxima autoridad en México… y esa es tu mamá.

3. Has pagado para que te electrocuten….Por lo menos una vez has estado lo suficientemente chachalaco como para caer ante las propuestas del señor de los “toques, toques, toques”.

4. Te han enseñado a temerle al mal de ojo… Pero sabes que incluso estos males tan poderosos no se comparan con el poder absoluto del hilito rojo. El famoso, el original, el único hilito capaz de acabar con la indigestión, curar el hipo, protegerte de los males del mundo y mantener un halo de bienestar metafísica alrededor de tu hijo nonato… ese hilito rojo.

5. Pero sabes que hay males tan arraigados que ni todo la madeja del dichoso hilito podría confrontar… Y la pinche suerte de la Selección en los penales es uno de ellos.

6. Donde el resto del mundo ve gente… tu ves una bola de güeyes.

7. No tienes ni la menor idea de cómo sabe un elote… Porque siempre lo llenas de cuanta madre tienes al alcance de la mano antes de darle la primera mordida. No faltan la sal, el limón, la mayonesa, crema o mantequilla, el chile, del que pica o del que no pica… que aquí entre nos, también pica.

8. Al menos existe una foto tuya en tu mejor atuendo de fiesta de quinceañera… Tal vez como simple invitado, probablemente como chambelán o tal vez como la mismísima festejada. No importa cuánto lo niegues… algún día todas esas fotos resurgirán en Facebook.

9. Tu uso de diminutivos por oración está muy por encima del promedio….¿Te duele la pancita?, espérame tantito y te preparo un tecito de manzanilla, ¿o prefieres un cafecito? Ahorita mismo te lo preparo, mientras échate un sueñito. Qué bonito se oye todo en su versión miniaturizada, ¿no?

10. Nunca usas el horno… Si lo usaras frecuentemente, ¿dónde guardarías todas esas chácharas que han hecho de él un hogar?

11. Muchas veces has dormido envuelto en la comodidad de un cobertor San Marcos….Sí, ese que tiene el retrato de la vida salvaje -pero familiar- en el Serengueti.

12. Puede ser que lo ames o que lo odies, pero has tenido tu buena dosis de Pedro Infante….Sabes que Pepe el Toro es inocente, que el Torito es algo más que la cárcel a donde te llevan por andar manejando en estado inconveniente y sabes perfectamente como va el silbidito después de “Amorcito corazón, yo tengo tentación de un beso…”

13. Donde el resto del mundo ve mayas y aztecas… tú ves mixtecos, zapotecos, tzotziles, mazatecos, huicholes, tarahumaras, olmecas, otomíes, totonacas, purépechas… y prefieres el nombre de mexicas sobre el de aztecas.

14. Conoces tus tortillas…..Puedes distinguir a la distancia entre tortillas pre empacadas y tortillas de tortillería, sabes que existe una diferencia entre el sabor del maíz azul y el maíz regular, también sabes que los dos lados de la tortilla son completamente diferentes y que la tortilla de hasta arriba está condenada al olvido. La ciencia de la tortilla no es cualquier cosa y no debería tomarse a la ligera.

15. No importa cuánto hayas viajado a lo largo y ancho del territorio nacional… Muy probablemente nunca te has aventurado más allá de la frontera con Guatemala.

16. Sabes que nada cae mejor en una mañana fría….Que un buen vaso de atole, champurrado o café de olla.

17. Te has visto obligado a limpiar arroz o frijoles al menos una vez….Y sabes que hay algo extrañamente relajante al respecto.

18. Fuiste criado con sopa aguada…..Y aunque toda sabe exactamente, tienes una indiscutible favorita entre los fideos, la munición, las estrellitas y la sopa de letras.

19. Sabes perfectamente que no es lo mismo México… que México. La máxima confusión de aquel que visita México por primera vez: los mexicanos normalmente nos referimos a la Ciudad de México simplemente como México, por lo que es posible estar en México y tener que tomar un autobús que se dirija a México. A eso súmenle la existencia del Estado de México, que se encuentra en el centro de México, junto a México.

20. Conoces al menos cinco tipos de chile por su nombre…. Pero también eres perfectamente capaz de distinguirlos por su sabor.

21. Tus horizontes están hechos de montañas….México tiene más cadenas montañosas que variedades de chile. A donde sea que voltees, verás un montón de montañas que dan paso a más montañas… a menos que vivas en la península de Yucatán, que es plana como tortilla.

22. Conoces los mejores remedios para la cruda… Chilaquiles, pancita, birria, consomé y cuanta variedad existe de huevos cubiertos en las salas más picosas de los alrededores. Los desayunos mexicanos se llevan las palmas por su capacidad de aliviar los males de una noche de excesos y devolverte a la vida con una sonrisa de satisfacción.

23. Te sabes al menos cuatro estrofas del himno nacional… Pero también te sabes el Noa Noa completito… ¡ese Juanga es la pura onda!

Tomado del sitio siguiente: http://matadornetwork.com/es/23-senales-de-que-creciste-en-mexico/

Cómo hacer enojar a una mamá mexicana

A quien no le ha tocado regaño de una mamá…creo que a todos…y nosotros también hemos regañado, los que somos padres, a nuestros hijos… a ver quién se identifica… jajaja. Saludos: GZ

porque-soy-tu-madre-y-punto10 situaciones comunes durante la tierna infancia.

1. Corre en casa ajena. O peor aún… corre en casa ajena y cáete.

2. Hazla ver como una mala madre: haz un berrinche en público: “Síguele y te voy a dar razón para que llores” es una frase que se acuñó en el fuego más puro del enojo materno.

3. Defiéndete de su ira. Ya sabes que si corres o metes las manos… te va a tocar doble.

4. Dile que a la mamá de Juanito le queda más rica la sopa de estrellitas.

5. Olvídate de anotar la tarea… O peor aún, recuérdale que tienes que hacer una maqueta de los ecosistemas terrestres con papel de china y plastilina a las once de la noche… y que es para mañana.

6. Cáete cuando te lleva de la mano. Las madres tienen un claro conflicto con que la gravedad haga lo suyo.

7. No te comas el lunch que te preparó con tanto amor… O peor aún, véndelo.

8. Dile -en medio de un llanto desconsolado- que te quieres ir con tu abuelita. Y sí con “abuelita” te refieres a su suegra… ¡ya sacaste boleto!

9. Olvida tu suéter en la escuela. Ese bonito suéter nuevo que todavía no mandaba a bordar con tu nombre.

10. Mancha tu ropa con algo imposible de limpiar. Porque no hay niño que se respete al que no se le chorreen las plumas.

10 Situaciones típicas de ayer, hoy y siempre.

1. Rezóngale. El verbo que engloba casi todo lo que no debes hacer frente a tu madre.

2. Llévate sus tópers. Ella sabe que eventualmente vas a perder uno: su favorito.

3. Interrumpe su sesión vespertina con la tele. Tus “emergencias” no tienen comparación con lo que está sufriendo Rosa Salvaje en este momento.

4. Dile que la mollera no se cae… Y probablemente intente comprobarlo contigo de un chanclazo.

5. Paséate por donde acaba de trapear.

6. Deja la toalla mojada adentro de la casa…O peor aún, déjala encima de la cama.

7. Dile que la música de Alberto Vázquez y César Costa es música de viejitos. O moléstala porque escucha El Fonógrafo por la radio.

8. Dile que no le eche tanto ajo al guacamole…Sus recetas son intocables, inmejorables… debería abrir un restaurante.

9. Camina descalzo por la casa. Porque andar descalzo por la vida es la fuente de los grandes males del ser: los calcetines percudidos, los pies lacerados y la enfermedad. Esto nos lleva al siguiente punto…

10. Enférmate después de sus advertencias. Llévate suéter, no andes descalzo, tómatelas al tiempo, no le pongas tanto hielo, ya llevas tres platos de pozole, ya métete que te va a dar el sereno… Si te enfermaste fue por necio

Fuente: http://matadornetwork.com/es/como-hacer-enojar-a-una-madre-mexicana/

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